A veces, el mundo es tan caprichoso que lo vemos incluso del revés... No hay que lamentarse por ello, aunque la carga resulte insoportable; siempre sacamos algo positivo de todo ello. Según el espíritu que nos guía en esta vida, tan complicada en ocasiones, logramos aprender a ser más humildes, más solidarios, más nosotros mismos... más arstistas porque la vida la creamos nosotros, para los demás y para nosotros mismos.
domingo, 2 de noviembre de 2008
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